Mirar la obra de Mayobanex Vargas es como mirar en el espejo de un mundo fascinante. Su tema principal: la mujer, la omnipresencia de la figura femenina. Se desarrolla también el lado surrealista del artista, con todos los enfoques y vínculos en relación con este movimiento.
La pregunta es cómo entender una obra que se expone a la mirada del observador con una claridad tan aparente ¿La fascinación sería el fruto de una construcción compleja?
Usualmente, un cuadro está hecho de varios planos (primer plano, segundo plano…) que dan profundidad o perspectiva a la obra. A partir del cubismo los planos están construidos de manera diferente, en el sentido que el artista toma mayor libertad en la construcción de los diferentes planos, guardando cierta homogeneidad. Es decir que los planos respetan una unidad. Con los surrealistas, esa unidad se ve fragmentada, porque el mensaje tan complejo y la desconexión con la realidad no permiten un tipo de construcción similar, y además son el motor de la creación. La construcción de Mayobanex es compleja y se necesita hablar de espacios autónomos que interaccionan entre ellos mismos. De hecho, existen por lo menos tres estructuras o grupos de elementos que constituyen un cuadro que no son planos, como lo entendemos de costumbre.
El fondo, espacio propio, no es un receptáculo que sirve a la figura para desarrollarse. Es como si fuera un lugar indefinido, bastante oscuro y que tiene casi siempre una fuente de luz, una apertura en la pared ¿la ventana abierta sobre el mundo de Vasari, quizás?. De esta apertura se ve un paisaje sin fronteras donde el horizonte marca el infinito y la pequeñez del ser humano frente al mundo original, virgen, atemporal, llegando del principio con su misma expresión, poniendo al ser frente a su realidad de mortal. Este fondo ayuda a entender lo metafísico de su obra. Sus fondos tienen algo que ver con los de Chirico[1] con todo el mensaje que puede traer esta comparación.
La segunda estructura: las figuras humanas que evolucionan en un espacio transparente, que tiene la propiedad de mantenerlas en una misma posición. Espacio transparente, en el sentido que es un espacio libre de toda cosa material para que tenga un ambiente en el cual las figuras evolucionen libremente. Hay algo teatral, como si la figura fuera bailarina o actor debiendo mimar alrededor de ella para existir y creando su propio espacio. Su manera de ver el ser humano es algo ontológico porque no se sirve de alguien en particular para representar este mismo ser humano, sino que usa la imagen icónica de una especie de mujer entre modelo y musa.
Finalmente tenemos el tercer espacio, compuesto por todos los elementos de color que pueblan su obra. Es un microcosmo. En la historia del arte, tenemos la presencia de muchos elementos que parecen no ser parte de la composición, estos se llaman “capriccio”. Son detalles que el pintor pone para captar la atención de manera más o menos inconsciente. Los diferentes elementos de color que se encuentran en la obra de Mayobanex Vargas funcionan como si fueran “capriccio” por la construcción, pero el sentido que llevan a pensar en vanidades. El género muy particular de las vanidades sirve para entender el lado metafísico u ontológico de la vida. Los cuadros de vanidades estaban frecuentemente presentes en los “gabinetes de curiosidad’ aparecidos en el siglo XVI. A nivel iconográfico, estos elementos de color son representaciones de animales (mariposas, babosas) que hacen referencia al tiempo. Estas vanidades tienen una parte de misterio y otra de explicación, en la obra. Se escriben en la realidad creativa contemporánea. A nivel de la construcción son una pantalla en la obra porque están en el espacio físico del cuadro, pero fuera del espacio real. Preservan la intimidad de las figuras humanas.
Tenemos la confirmación de la existencia de estas tres estructuras independientes porque cada una tiene su propia fuente de luz, dando su autonomía luminosa a cada una.
El caso particular del hilo: no tiene su espacio propio, pero es sumamente importante porque es el elemento que liga este microcosmo a las figuras, jugando el mismo rol que juega lo metafísico que sale del fondo, para ligarlo a las figuras humanas.
Así, tenemos “capas” de espacios que interaccionan entre sí para dar a la obra su originalidad constructiva y su profundidad, tanto especial como significativa
A nivel iconográfico el hiperrealismo de cada uno de sus espacios tiene como logro dar una fuerza expresiva a sus composiciones. Pero no hay un hiperrealismo total, en el sentido que sus imágenes no tienen como finalidad que parezcan una foto, como la obra de un pintor hiperrealista. El tiene su propio estilo, su propio mundo, afirmando un carácter y una originalidad en la expresión de sus ideas y preocupaciones.
Dan ganas de tomar su tiempo para mirar y mirar, para llegar al punto de admirar. Con las obras de Mayobanex Vargas, el tiempo es sinónimo de contemplación y placer. El tiempo es arte, el arte es contemplación y tomar el tiempo de contemplar es placer.
Texto escrito por Patrick Landry
Lic de la Sorbona de Paris
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