Lluvia de artistas en Arte Berri
“Las lluvias antillanas”. Con esta nueva exposición, el propósito de la galería Arte Berri es conjugar dos tipos de arte: la expresión visual a través de la pintura y la expresión auditiva a través de la música. Reunir las dos en una presentación incita al espectador no solamente a una reflexión sino también a una gimnasia mental, en búsqueda de una simbiosis o de una distorsión espacio-sensorial.
La voluntad de integrar la música fue tan grande que un cuarteto de violines amenizó la apertura de la exposición, con piezas especialmente compuestas para esa noche, para introducir el público en un viaje músico-visual.
El título de la exposición es “Las lluvias antillanas”. Cada uno de los 18 artistas participantes tiene que dar su interpretación de este título. La idea es que todos reciben una misma pieza de madera en forma de violín, con la que pueden usar cualquier técnica. Por ejemplo, Amaya Salazar integró el vidrio a la pintura y Guillermo Armenteros pegó una foto.
Es muy interesante ver el resultado que cada quien obtiene. Al principio, se puede pensar que, como todo el mundo tiene la misma base, no vamos a ver grandes diferencias. Pero la respuesta final es sorprendentemente variada. Es un abanico de obras con propuestas tanto figurativas como abstractas. Por ejemplo, José Miura, con su gran manejo del collage, logra a través de la verticalidad una presencia intangible de la lluvia. Es intangible en el sentido sagrado de la palabra, ya que el uso del oro nos lleva a un campo místico. En pleno centro, el rayo con papel morado da dinamismo y fuerza a la composición.
Por el contrario, Ángel Haché nos muestra, con una interpretación figurativa, una imagen del musical americano “Singing in the rain”. Un hombre, con su paraguas, canta colgado a un reverbere bajo la lluvia. Con el mismo tratamiento, Elsa Nuñez nos presenta una mujer desnuda bajo la lluvia envuelta en la parte baja del violín.
Diana Medrano tiene una propuesta interesante. Es la única que integra un marco a su composición. Es un borde ficticio de color naranja, que contrasta con el fondo negro, en el cual reposa el cuerpo del violín. La presencia del marco destaca más todavía este cuerpo del fondo, pintado en una tonalidad entre azul y verde. Si nos acercamos, podemos ver que con mucha minucia, la artista pintó sobre él las gotas de lluvia.
Amaya Salazar, al igual que José Pelletier, hace desaparecer la forma del violín para reintegrarla en un ambiente que tiende a absorber las formas del objeto en sí. Ella utiliza la textura y la luz tan perfecta que proporciona el vidrio, para llevarnos a un espacio diferente. Los pedacitos de vidrio, son como el maná que dejo caer Dios del cielo. El vidrio frente a los colores amarillo y naranja, tiene una ligereza impresionante.
Fabre Sallent, con su paisaje, elige un momento después de la lluvia. Se nota por la claridad y los contrastes fuertes entre las diferentes partes del paisaje, que aparece como lavado. Es interesante ver que él logra ese efecto usando una gran cantidad de pintura. Es paradójico, ya que normalmente este tipo de efecto se obtiene con poca materia y una superficie lisa.
Guillermo Armenteros es el único que nos propone una foto de ciguas palmeras jugando en el agua. Es una obra muy refrescante donde la naturaleza y sobre todo el agua tienen un papel protagonista. La otra particularidad es que su obra está presentada al horizontal. Es una elección para que tengamos en la mente que el agua caída se transforma en río, lo cual corresponde perfectamente al plano horizontal.
El tema de la lluvia en la historia de la pintura dominicana fue tratado de manera recurrente por los pintores como por ejemplo Suro, Haussdorf y Morel. Varios paisajes nos muestran el carácter múltiple de las lluvias antillanas, sin olvidar que Yoryi Morel tocaba violín al igual de Ingres. Es decir que en el arte, música y pintura pueden ser una.
Al salir de la exposición, estamos regenerados por tantas lluvias y tantas gotas de agua figuradas por cada obra impresa en nuestra memoria. ¿La forma del violín no se parece una doble gota de agua cayendo del cielo, con un movimiento artístico?
La exposición estará abierta hasta el 15 de abril en la galería Arte Berri
Texto escrito por Patrick Landry
Texto escrito por Patrick Landry
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